jueves, 6 de marzo de 2008

Radio Comunitaria

Por: Gabriel Gómez
La gente desconocida
El coordinador del Campo de Radio de la Facultad de Comunicación y Lenguaje da su visión sobre la actual radio comunitaria en Colombia.
Faltan aproximadamente cinco años para que la mayoría de los actuales concesionarios del servicio de radiodifusión comunitario de Colombia -alrededor de 350 en el momento actual- tenga que renovar su licencia.
Muchas cosas pueden pasar en este lapso, pero todo indica que se consolidará una de las pocas experiencias renovadoras del espectro, en el campo de laradio. En el momento actual se vive una nueva situación en cuanto a las redes regionales que agrupan a las emisoras comunitarias; se inician procesos de planeación estratégica del sector, y, desde el Ministrio de Comunicaciones, se vive un renovado aire de impulso y de acompañamiento a las experiencias existentes y se prepara una nueva convocatoria, que abrirá la puerta para tener radio comunitaria en todos los municipios faltantes (las ciudades capitales conitúan siendo el gran tabú) y se cocina un decreto que actualiza las normas del 1447 de 1995.
Decimos que es una experiencia renovadora porque, desde su inserción local, la radio comunitaria en Colombia ha ido construyendo un universo sonoro, rico en presencia local y más de la vida del municipio para lanzarse hacia la generalidad impredecible de lo global. A diferencia de las experiencias vividas por las viejas emisoras educativas, populares y alternativas agrupadas sobre todo en ALER (Asociación Mundial de Radios Comunitarias), las emisoras comunitarias colombianas no surgen de los retos del Informe MacBride y de la lucha por un nuevo orden mundial de la información y la comuniación (NOMIC), así como tampoco de la corriente de la comunicación popular y sus sueños de medios alternativos.
Lo anterior nos pone frente a una realidad que por momentos se revela difícil de asimilar, sobre todo por aquellos que nos formamos en los años setenta y ochenta, con paulo Freire y Mario Kaplún, como paradigmas de lo que era bueno en el quehacer comunicativo.
La actual radio comunitaria colombiana nace de circunstancias distintas, en un mundo distinto y con paradigmas distintos. No tiene el pasado heróico de las radios mineras bolivianas, no ha acompañado el derrocamiento de ningún gobierno -como la Coordnadora Nacional de Radio del Perú, no se enfrenta al reto de ser alternativa, no es hija de la lucha popular (tampoco es vocera de la militancia de uno u otro partido) y no pudo vivir de la abundante ayuda internacional proveniente de Europa.
Simplemente nace en la década de los noventa cuando muchas de estas realidades se habían transformado tanto como para proporcionarle un marco de desarrollo diferente de sus análogas del sur del continente.
Esto no la hace mejor ni peor que otras experiencias latinoamericanas. Sólo es distinta y con retos de otro tipo. El desafío de ofrecer una programación que no entrega únicamente "contenidos", sino que entetiene y compite por la audiencia con las emisoras comerciales, la ha obligado a encontrar nuevas formas expresivas, surgidas de la programación en vivo y sin acogerse a los modelos acartonados de la radio internacional europea (llámese Radio Netherland, BBC, Deutsche Welle o RFI, para mencionar las más reconocidas.
El reto de ser sostenible desde el punto de vista económico, sin apoyos de organizaciones no gubernamentales y agencias financiadoras, la ha obligado a ser creativa y a no tenerle miedo a buscar recursos en el mercadeo y la venta de servicios.
El reto de ser sostenible desde el punto de vista económico, sin apoyos de organizaciones no gubernamentales y agencias financiadoras, la ha obligado a ser creativa y a no tenerle miedo a buscar recursos en el mercadeo y la venta de servicios.
El reto de ser sostenible social y culturalmente, en medio de un país en conflicto agudo y con una sociedad que a duras penas logra mantenerse cohesionada, la ha obligado a aprender a expresarse desde lo local y a hacer de ellos su mayor fortaleza.
El reto de crecer en medio de la paradoja de unas normas legales que, sin ser perfectas (ninguna norma lo es), le dan un espacio institucional en un país donde la institucionalidad es débil y se aplica según los intereses y las circunstancias, la ha obligado a privilegiar su adhesión a la legalidad y a hacer de ello su escudo protector.
El reto, en resumen: encontrar su propio camino en medio de tantos gurús y de tantos sabios que siempre saben cómo debería ser, aunque este deber ser nunca haya tenido un lugar en la historia y en la realidad. La meta es generar, aunque no lo parezca, un nuevo paradigma, cuando encuentre a los estudiosos que le dediquen tiempo y cerebro a conocerla y a analizarla

1 comentario:

comunicadora dijo...

me parecio bueno el documento.

queria saludar y tenermos algo en comun: estudiamos comunicacion. actualmente estoy haciendo mi pasantia y estoy en una emisora comunitaria de una carcel en el quindio. me gustaria saber si ud tiene una experiencia q contarme sobre la radio comunitaria, pues quiero conocer mas y de pornto aplicarlo a mi pasantia. GRACIAS...
SALUDO DESDE CALRCÁ QUINDIO