viernes, 21 de marzo de 2008

Paz Sin Fronteras





Un concierto sin precedentes, tuvo lugar en la frontera colombo-venezolana entre los municipios de Villa Del Rosario (Colombia) y San Antonio del Táchira (Venezuela), el evento organizado por el cantautor colombiano Juanes, su manager Fernan Martinez y desde el principio con el apoyo del periodista Julio Sanchez Cristo,tçuvo una gran acogida por todo el mundo más de 30 transmitieron el concierto en directo sin contar la infidad de páginas web que se unieron a tan hermosa labor.
Felicitamos a Juanes por este hermoso gesto, y una vez más queda demostrado que
"Cúcuta es una ciudad deseada no Desamparada"·

jueves, 6 de marzo de 2008

Radio Comunitaria

Por: Gabriel Gómez
La gente desconocida
El coordinador del Campo de Radio de la Facultad de Comunicación y Lenguaje da su visión sobre la actual radio comunitaria en Colombia.
Faltan aproximadamente cinco años para que la mayoría de los actuales concesionarios del servicio de radiodifusión comunitario de Colombia -alrededor de 350 en el momento actual- tenga que renovar su licencia.
Muchas cosas pueden pasar en este lapso, pero todo indica que se consolidará una de las pocas experiencias renovadoras del espectro, en el campo de laradio. En el momento actual se vive una nueva situación en cuanto a las redes regionales que agrupan a las emisoras comunitarias; se inician procesos de planeación estratégica del sector, y, desde el Ministrio de Comunicaciones, se vive un renovado aire de impulso y de acompañamiento a las experiencias existentes y se prepara una nueva convocatoria, que abrirá la puerta para tener radio comunitaria en todos los municipios faltantes (las ciudades capitales conitúan siendo el gran tabú) y se cocina un decreto que actualiza las normas del 1447 de 1995.
Decimos que es una experiencia renovadora porque, desde su inserción local, la radio comunitaria en Colombia ha ido construyendo un universo sonoro, rico en presencia local y más de la vida del municipio para lanzarse hacia la generalidad impredecible de lo global. A diferencia de las experiencias vividas por las viejas emisoras educativas, populares y alternativas agrupadas sobre todo en ALER (Asociación Mundial de Radios Comunitarias), las emisoras comunitarias colombianas no surgen de los retos del Informe MacBride y de la lucha por un nuevo orden mundial de la información y la comuniación (NOMIC), así como tampoco de la corriente de la comunicación popular y sus sueños de medios alternativos.
Lo anterior nos pone frente a una realidad que por momentos se revela difícil de asimilar, sobre todo por aquellos que nos formamos en los años setenta y ochenta, con paulo Freire y Mario Kaplún, como paradigmas de lo que era bueno en el quehacer comunicativo.
La actual radio comunitaria colombiana nace de circunstancias distintas, en un mundo distinto y con paradigmas distintos. No tiene el pasado heróico de las radios mineras bolivianas, no ha acompañado el derrocamiento de ningún gobierno -como la Coordnadora Nacional de Radio del Perú, no se enfrenta al reto de ser alternativa, no es hija de la lucha popular (tampoco es vocera de la militancia de uno u otro partido) y no pudo vivir de la abundante ayuda internacional proveniente de Europa.
Simplemente nace en la década de los noventa cuando muchas de estas realidades se habían transformado tanto como para proporcionarle un marco de desarrollo diferente de sus análogas del sur del continente.
Esto no la hace mejor ni peor que otras experiencias latinoamericanas. Sólo es distinta y con retos de otro tipo. El desafío de ofrecer una programación que no entrega únicamente "contenidos", sino que entetiene y compite por la audiencia con las emisoras comerciales, la ha obligado a encontrar nuevas formas expresivas, surgidas de la programación en vivo y sin acogerse a los modelos acartonados de la radio internacional europea (llámese Radio Netherland, BBC, Deutsche Welle o RFI, para mencionar las más reconocidas.
El reto de ser sostenible desde el punto de vista económico, sin apoyos de organizaciones no gubernamentales y agencias financiadoras, la ha obligado a ser creativa y a no tenerle miedo a buscar recursos en el mercadeo y la venta de servicios.
El reto de ser sostenible desde el punto de vista económico, sin apoyos de organizaciones no gubernamentales y agencias financiadoras, la ha obligado a ser creativa y a no tenerle miedo a buscar recursos en el mercadeo y la venta de servicios.
El reto de ser sostenible social y culturalmente, en medio de un país en conflicto agudo y con una sociedad que a duras penas logra mantenerse cohesionada, la ha obligado a aprender a expresarse desde lo local y a hacer de ellos su mayor fortaleza.
El reto de crecer en medio de la paradoja de unas normas legales que, sin ser perfectas (ninguna norma lo es), le dan un espacio institucional en un país donde la institucionalidad es débil y se aplica según los intereses y las circunstancias, la ha obligado a privilegiar su adhesión a la legalidad y a hacer de ello su escudo protector.
El reto, en resumen: encontrar su propio camino en medio de tantos gurús y de tantos sabios que siempre saben cómo debería ser, aunque este deber ser nunca haya tenido un lugar en la historia y en la realidad. La meta es generar, aunque no lo parezca, un nuevo paradigma, cuando encuentre a los estudiosos que le dediquen tiempo y cerebro a conocerla y a analizarla

Pasos Para la Elaboración de Un Programa Radiofonico

Pasos Para la Elaboración de Un Programa Radiofonico
Detrás de toda producción radiofónica, debe existir un proyecto, donde se plasmen las ideas, objetivos y propósitos del mensaje que desea transmitirse; la elaboración de un proyecto radiofónico, nos indica un seguimiento de pasos que nos darán como resultado la producción de un programa para la radio.
Radio Universidad de Occidente se esfuerza por transmitir una programación plural, incluyente que abarque un sin fin de gustos y géneros desde didácticos, educativos, musicales, programas de foro y entrevista, logrando así promover la cultura, consolidándose como la estación diferente de la radio.
Estos son los pasos para la elaboración de un proyecto radiofónico:
1. Nombre del programa:
Se sugiere seleccionar un nombre "sugestivo" o "insinuante" que englobe lo que el programa ofrece sin ser tan obvios, como: rockanroleando, sería mejor "Azul Pastel" (por aquello de las agujetas de color de rosa).
2. Justificación:
Se exponen las razones, la necesidad para la producción y transmisión de un programa.
3. Objetivo General:
Exponemos la principal intención, nuestro objetivo primordial que queremos lograr con la emisión del programa propuesto.
4. Objetivos Específicos:
Aquí enumeramos las metas que nos proponemos cumplir con el programa.
5. Género Radiofónico:
Se puede clasificar dentro de los siguientes:
- Musical.
- Didáctico.
- Informativo.
6. Estructura del Programa:
Debemos describir como sería una emisión del programa que se está proponiendo, si contendrá cápsulas, reportajes, comentarios, música, etc.
7. Temario:
Enlistar los posibles temas que se pretenden abordar.
8. Modalidad de producción:
Existen tres formas de realizar nuestro programa
- Grabado.
- En vivo.
- Mixto.
9. Duración:
El tiempo que consideramos necesario para cubrir el programa (media hora, una hora, 15 minutos, etc.)
10. Horario y periodicidad:
La hora que nos gustaría o que se adapta más por la naturaleza del programa y cada cuanto tiempo se transmitirá (semanal, diario, etc.)
11. Requisitos técnicos y materiales:
Se expone el equipo técnico necesario para la realización del programa, como: grabadoras, micrófonos, estudio de grabación, etc. Los recursos materiales son las cintas, cassettes, música entre otros.
12. Requerimientos humanos:
Se expone cuantas personas participarán en la realización del programa y que actividades desempeñarán, ejemplo:
- Locutor: Conducción del programa o tal vez de cápsulas.
- Productor: Realizador del programa.
- Grabador: Grabará las emisiones del programa.

lunes, 21 de enero de 2008

Colombia Contra el Terrorismo




Pronunciémonos contra el terrorismo ya.
Estamos cansados de la violencia en nuestro país.
Vamos este 4 de Febrero a marchar en contra de las FARC

viernes, 11 de enero de 2008

Muere Andrés Felipe


Conmoción en Colombia por la muerte del hijo enfermo del policía rehén de las FARC
La guerrilla desoyó la súplica del niño, de 11 años, para que liberara a su padre

SALUD HERNANDEZ-MORA.
Especial para EL MUNDO BOGOTA.-
Diciembre 20 de 2001

A las cuatro de la tarde de ayer, acompañado de miles de vecinos y algunos líderes políticos y sociales, Andrés Felipe Pérez recibió sepultura en su pueblo natal, Buga, al oeste del país.
El niño, de 11 años, murió el martes sin cumplir su sueño: ver por última vez a su padre, secuestrado hace 21 meses por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Durante cinco meses el pequeño luchó contra el cáncer y contra la intransigencia de la guerrilla, que no quiso liberar al cabo de la policía José Norberto Pérez, para que acompañara a su hijo en sus últimos días de vida. Durante todo ese tiempo, sobre todo en las pasadas tres semanas, Andrés Felipe se convirtió en Colombia el símbolo de la crueldad de una guerra y logró la solidaridad de una ciudadanía que pocas veces se moviliza por una causa. Miles de ciudadanos inundaron los medios de comunicación de mensajes exigiendo al grupo guerrillero la libertad del suboficial mientras otros se ofrecieron como voluntarios para intercambiarse por el padre.
El niño, por su parte, escribió en numerosas ocasiones a Manuel Marulanda, alias Tirofijo, máximo líder de las FARC. También envió una carta a los Reyes de España para que mediaran en su caso. Incluso llegó a pedirle a un pintor que le enviara de regalo navideño un retrato a Tirofijo para que, a cambio, le regalara la libertad de su progenitor.
La primera respuesta de las FARC fue exigir que sus médicos examinaran a Andrés Felipe para atestiguar la veracidad de la enfermedad. La más reciente, que tampoco fue aceptada, fue demandar la puesta en libertad de un guerrillero preso, Ignacio González, al parecer enfermo.
El niño padecía cáncer desde su nacimiento, pero se había agravado tras la captura de su padre, el 17 de marzo de 2000, en el asalto guerrillero al puesto de policía que comandaba en Santa Cecilia, un apartado caserío.
Ya le habían extirpado un riñón y un pulmón, y los médicos que le atendieron en la Policlínica de la policía de Bogotá informaron a finales de noviembre que nada más se podía hacer por salvar su vida.
Crisis respiratorias
El 3 de diciembre regresó a su casa junto a su madre, que se gana la vida trabajando por horas en las casas. Quería estar con su hermana de cuatro años y sus abuelos. Desde ese día sufrió dos graves crisis respiratorias.
La última, el martes por la mañana. Pocas horas antes había pedido a su madre que le despertara si llamaba su padre, porque había corrido el falso rumor de que la guerrilla se lo pondría al teléfono. El niño según dijo su madre, murió muy triste porque no pudo abrazar a su padre.
Nada más conocerse la noticia, se multiplicaron por todo el país las voces de rechazo hacia la guerrilla. «Es un acto de insensatez de las FARC», dijo el presidente Andrés Pastrana. «Lo mínimo que les pedíamos es un gesto humanitario frente al dolor de una familia que tenía un padre secuestrado y un niño con una enfermedad terminal».
El Alto Comisionado para la Paz, Camilo Gómez, manifestaba que las FARC «cada vez están más alejadas de los sentimientos de los colombianos». Y el Defensor del Pueblo decía que la paz había que hacerla con seres humanos, y se preguntaba si esos guerrilleros lo son.
En la misma línea se pronunciaron todos los candidatos presidenciales recogiendo el sentimiento de indignación generalizado que manifestaban ciudadanos de todo el país a través de la radio y la televisión. «El país ha seguido con especial sensibilidad este caso lleno de intolerancia e ignominia por parte de las FARC», dijo Horacio Serpa, el candidato favorito en las encuestas.

Para algunos analistas, la actitud intransigente de las FARC, haciendo oídos sordos a un clamor de millones de colombianos, tendrá repercusiones negativas sobre el proceso de paz en el que, según los estudios de opinión, no confían el 85% de la población.

Andrés Felipe, El Reflejo del Terrorismo de Las FARC




Crónica: El Doble Cáncer de Andrés Felipe

SALUD HERNÁNDEZ-MORA / Bogotá
Públicación del año 2001


Tiene 12 años y no quiere morirse sin ver a su padre, uno de los 2.176 secuestrados en Colombia este año.
La industria del secuestro se extiende como una metástasis.
Los terroristas cobran impuestos hasta por decreto, como el 002.
Sólo le queda un soplo de vida pero el niño, calvo, ojeroso, entubado, hastiado de tanto dolor, se resiste a partir. No puede hacerle ese feo a su padre. «Si me muero y él llega a aparecer, ¿a quién va a encontrar».
Por eso Andrés Felipe, a sus 12 años, se armó de valor, superó el miedo atroz que le daba la sexta operación quirúrgica de su vida y dejó que le quitaran medio riñón del único que tenía. Pero ni apareció el padre ni alejó el cáncer que le corroe hasta el alma.
En la habitación 715 de la Policlínica de la Policía Nacional de Bogotá, Andrés Felipe sueña, respira y sigue en este mundo con la sola ilusión de abrazar a su padre después de 20 meses de ausencia.
Y en algún lugar de las espesas montañas colombianas, el cabo José Norberto Pérez soporta la infinita angustia de su cautiverio, con los ojos perdidos en el horizonte, ya no puede soñar, ni vivir, ni pensar, rezar es su único consuelo, pedir a su Dios que ablande el granítico corazón del jefe de sus guardianes, y se apiade de su hijo. Y que él logre llegar a tiempo.
El demacrado rostro infantil de Andrés Felipe encarna el drama de toda una nación que padece en sus carnes las consecuencias del sangriento y despiadado negocio del secuestro. Su tragedia es la de toda Colombia, que ha sabido mirarse en el espejo de dolor del niño de 12 años.
Ciudadanos anónimos se han ofrecido a intercambiarse por el progenitor cautivo; otros han escrito al Papa para que interceda; el director de un periódico está organizando una marcha al corazón del territorio guerrillero... Pero no es la primera vez que la guerrilla soporta una presión popular similar. Y no les gusta ceder. Para ellos, hacerlo es signo de debilidad y además, como dijo a CRÓNICA un guerrillero hace unos días, todo es un montaje de los medios de comunicación.
De momento, su única concesión ha sido anunciar que estarían dispuestos a liberar al progenitor si el Gobierno les entrega un guerrillero preso.
Poco les conmueve la llamada de socorro de un niño que se muere de cáncer sin poder ver a su padre. Hasta que esta semana quedó clavado a una cama, una sonda y un respirador artificial, Andrés Felipe había librado, con el apoyo de Francia, su madre, una guerra particular con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el grupo guerrillero que secuestró a su padre el 17 de marzo de 2000.
Escribió cartas, envió mensajes televisados, tocó todas las puertas, apareció en la prensa una y otra vez rogando que lo soltaran, que le necesitaba para superar el cáncer y la depresión.
Cuando en julio pasado, Gobierno y guerrilla acordaron la liberación de 242 soldados y policías en poder de los rebeldes, Andrés Felipe recobró la alegría, imaginó toda suerte de bienvenidas y esperó el gran día. Pero su padre no llegó. Con el corazón encogido, oyó en las noticias que oficiales y suboficiales capturados no entraban en el paquete de liberados, que debían esperar otra interminable negociación. Y él, de eso ya era consciente, lo que no tenía era precisamente mucho tiempo.
JAULAS DE ALAMBRE
Todo el país supo entonces cómo vivían la cautividad los militares secuestrados: encerrados en jaulas de alambre en medio de la selva. No les dejan acercarse a las mallas, ni gritar para desahogarse, y sólo les sacan de vez en vez para bañarse en un río. Comen arroz, papas cocidas y pasta, siempre con bichos. Casi todos sufren enfermedades por la humedad, las condiciones insalubres del agua y los insectos, y sólo les dan medicinas cuando se le antoja al guerrillero de turno. Y si osan protestar o chillar, el castigo es pasar dos días en un cajón de dos por dos, sin luz. «Recuerde el día más aburrido que haya tenido en su vida y súmele estar encerrado en una jaula, durmiendo en una tabla, con gente pegada a usted, sin su familia, enfermo, con hambre, rabia, angustia y nostalgia. Así eran mis días», recordó uno de los soldados liberados.
El pequeño Andrés Felipe no se rindió tampoco entonces. Volvió a la carga, pero el máximo líder de las FARC, Manuel Marulanda, alias Tirofijo, el guerrillero más veterano del planeta, se negó a hacer concesiones. Exigió que el muchacho fuera al Caguán (un territorio del tamaño de Suiza que el Gobierno entregó a las FARC para iniciar diálogos de paz), para que lo examinaran sus propios médicos.
Corría el mes de julio y Andrés Felipe necesitaba el pulmón de su padre para una posible implantación en caso de que le fallara en otra operación el que aún le funciona.Aunque el niño no viajó a la zona de distensión ante la negativa de los especialistas que lo atienden, sí lo hicieron sus informes médicos.
El Alto Comisionado de Paz, Camilo Gómez, los entregó personalmente a los líderes guerrilleros, que siguieron ignorando las súplicas del niño.
Andrés Felipe pasó de nuevo por el quirófano, le quitaron un pulmón y despertó soñando con encontrar la cara delgada y sonriente de su padre. No fue así. Entró entonces en una depresión que le produjo anorexia y un empeoramiento general. Volvió a la clínica y ya el pronóstico fue irreversible: metástasis en el riñón y tumor en la pelvis y el pulmón. «Tiene dos masas que le oprimen en el pulmón y la piernita. Hoy me dijo que quería morirse», decía angustiada la madre el lunes pasado.
Pero luego el pequeño recordó al padre y sus ojos tristes brillaron. No podía fallarle.«El tumor del riñón me ha cogido la pierna y no me deja moverla porque me duele», explicaba el niño. «Se me cayó el pelo y me adelgacé después de la quimioterapia. Me dan a veces ganas de caminar, pero al momentico le digo a mi mamá que me lleve a la cama porque no aguanto».Su madre añade que la masa que apareció en el riñón era mayor de lo que pensaron, y complicó la última operación.
Por esa razón tienen que esperar unas semanas a que se recupere para extraerle el de la pelvis y el del pulmón. Los médicos le han desahuciado.No creen que viva lo suficiente para volver al quirófano.
El 17 de marzo del año pasado el cabo Pérez, al mando de una pequeña estación de policía en Santa Cecilia, un remoto pueblo del Chocó, al oeste del país, sufrió el ataque sorpresa de un grupo guerrillero que multiplicaba por 10 su contingente de 17 agentes. Ocho murieron en el combate y el resto cayó preso.El niño esperó en vano la pronta liberación. A fin de cuentas su padre era un simple cabo que se había incorporado al cuerpo con el único fin de garantizarle la asistencia médica.
Andrés Felipe nació enfermo de cáncer. A los seis meses, le quitaron el riñón izquierdo y a partir de entonces los hospitales se convirtieron en su segundo hogar. Sus padres se divorciaron cuando tenía cuatro años. Con su madre, Francia Edith Ocampo, se trasladó a Buga (Valle), un pueblo caluroso situado a ocho horas de Bogotá, mientras su padre se volvía a casar y se instalaba en Pereira (Risaralda), región cafetera del centro.Su padre le visitaba algunas veces y siempre le llamaba por teléfono.Las últimas Navidades juntos las pasaron en 1999. Tres meses después le escribió una carta contándole que le trasladaban a Santa Cecilia, un pueblito rodeado de guerrilla. El infante la recibió después del ataque. Luego llegaron a sus manos tres pruebas de vida: un muñeco pintado en el reverso de una cajetilla de tabaco; una carta en la que le decía que le echaba mucho de menos, le pedía que comiera mucha fruta, se cuidara y rezara por los dos, y un vídeo en el que aparece su padre junto a otros rehenes, en la selva, delgado, sonriente. De eso hace ya un año.A los problemas de salud se unen los económicos. El padre le manda una pensión de 15.000 pesetas mensuales y su madre completa el presupuesto para sacar adelante al niño y a su hija de dos años, lavando ropa y limpiando casas por horas. Para los desplazamientos a Bogotá, han tenido que recurrir a la solidaridad de los vecinos, que hacen colectas cada vez que tiene que recibir tratamiento.
Pese a la enfermedad, Andrés Felipe es un niño alegre, activo.Se enfada cuando ve que la falta de aliento le impide correr con sus compañeros. «Extraño mucho a Yolanda, mi profesora, era especial conmigo; me daba un beso de llegada y otro de despedida.Quiero salir pronto del hospital para volver al colegio».

miércoles, 2 de enero de 2008

Silvia Corzo, Portada Activa

Para su Séptima Edición La Revista Activa tiene como portada a una de las mejores presentadoras de noticias en el País.
Silvia Corzo es la cara santandereana de Noticias Caracol, y en la entrevista con ella nos cuenta mucho más de su vida.
Revista Activa Expresa Lo Que Somos, consiguela en Cúcuta en Centro Comercial Ventura Plaza, puntos de venta de revistas y droguerías.